Ojo de tigre (Chakra raíz): El ojo de tigre es conocido por sus cualidades protectoras y de conexión a tierra. Mejora el coraje, la confianza y la fuerza de voluntad, lo que la convierte en una piedra ideal para fortalecer el chakra raíz, asociado con la estabilidad y la seguridad. Ayuda a promover una sensación de conexión a tierra y motiva a tomar medidas mientras aumenta la autoestima.
Cornalina (Chakra Sacro): La cornalina energiza y vigoriza, estimulando la creatividad, la pasión y la motivación. Está conectado con el chakra sacro, que gobierna las emociones, la sexualidad y la expresión creativa. Se cree que la cornalina restaura la vitalidad y aporta un enfoque entusiasta a la vida.
Citrino (Chakra del Plexo Solar): El citrino es una piedra poderosa para manifestar abundancia, alegría y éxito. Resuena con el chakra del plexo solar, que es el centro del poder y la confianza personal. El citrino ayuda a aumentar la autoestima, fomenta una actitud positiva y apoya la capacidad de manifestar metas y aspiraciones.
Aventurina (Chakra del corazón): Conocida como la piedra de la oportunidad, la aventurina está asociada con el chakra del corazón y ayuda a promover el amor, la compasión y la curación emocional. Fomenta el optimismo, el equilibrio emocional y la armonía al tiempo que atrae buena fortuna y nuevas oportunidades.
Angelita (chakra de la garganta): la angelita está conectada al chakra de la garganta, lo que promueve una comunicación clara, la autoexpresión y el habla sincera. Se cree que mejora la conciencia espiritual y aporta una sensación de paz, ayudando a conectarse con una guía superior y comunicarse con compasión.
Sodalita (Chakra del tercer ojo): La sodalita es una piedra de claridad e intuición, que se alinea con el chakra del tercer ojo. Fomenta el pensamiento profundo, la perspicacia y la sabiduría interior, promoviendo una visión clara de la realidad. Se cree que la sodalita mejora la claridad mental y abre la mente a nuevas perspectivas.
Amatista (Chakra de la Corona): La amatista es conocida por sus cualidades calmantes y espirituales. Resuena con el chakra de la corona, que es el centro de energía de la conciencia superior y la conexión espiritual. Se cree que la amatista mejora la meditación, fomenta el crecimiento espiritual y ayuda a conectarse con el yo superior.
Juntas, estas piedras preciosas trabajan sinérgicamente para equilibrar el flujo de energía por todo el cuerpo, apoyando el bienestar integral y la alineación espiritual.